Debian 8.5 pasa a ser la versión recomendada para nuevas instalaciones, mientras que Debian 7.11 representa el adiós definitivo a Wheezy en lo que respecta a recibir nuevas imágenes de instalación. A Wheezy todavía le quedan un par de años de vida, pero vía repositorios
Por lo demás, tanto Debian 8.5 como Debian 7.11 ofrecen lo habitual en este tipo de lanzamientos: parches de seguridad, correcciones, etc., que los usuarios que ya las tengan instaladas y mantengan el sistema bien actualizado no necesitan, porque ya tienen. En ocasiones también resuelven fallos en el propio instalador, pero por lo general son una gentileza para ahorrar la descarga de actualizaciones nada más instalar.
Para la descarga de ambas versiones echad un vistazo en la lista de réplicas a algún sitio que os pille cerca y no hay más: a disfrutar, más de Jessie que de Wheezy, que ya se encuentra en su punto de maduración óptimo.
Fuente: Muy Linux
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