En concreto, el Ejecutivo de Rafael Correa ha querido dejar claro que no se trata de una nueva moneda, como el bitcoin, que apenas cuenta con regulación. En este caso, el Estado ecuatoriano estará muy pendiente y lo vende como “un mecanismo para cumplir con una deficiencia” del sistema.
Se trata de un sistema muy sencillo de utilizar y que es posible poner a funcionar en un teléfono inteligente de última generación o un terminal más antiguo. Se crea una cuenta virtual y el dinero que allí se introduce permitirá ser sacado o acumulado como se haría con una tarjeta bancaria.
Tras responder a tres preguntas básicas, a través de SMS llegará una clave temporal para los usuarios. Se ha optado por este sistema porque más del 40% de los ecuatorianos están fuera del sistema financiero, lo que es difícil de revertir en comunidades rurales mientras que el 90% si que cuenta con un teléfono móvil.
El sistema también estará disponible en quechua, lo que supondrá una ampliación de los ciudadanos que podrán acceder a él.
Fuente: América Económica