Tras migrar de forma forzosa de un sistema privativo a otro, el gobierno surcoreano no se muestra dispuesto a pasar por el mismo proceso y ha decidido plantear su migración para el mismo año en que se acaba el soporte de actualizaciones de seguridad. Sin embargo nada de esto está todavía en firme, ya que todo dependerá de una revisión pendiente para 2018 que determinará si esta migración es viable o bien quedará solo en una propuesta.
A Corea del Sur le queda un largo camino por recorrer, ya que ni siquiera tiene un formato de documento electrónico estándar, cuya adopción suele ser el primer paso en este tipo de migraciones, apuntando a que tiene que empezar desde cero un recorrido que no es corto, ni sencillo.
A pesar de que nos llegan noticias del interés de muchas administraciones en Linux, parece que el caso de Munich sigue pareciendo más una isla en medio de un océano azul, pero otras propuestas como incorporar alternativas abiertas como OpenOffice o LibreOffice si están calando.
Fuente: Muy Linux
