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Inicia proceso de Consulta Pública de la Licencia Venezolana de Software Libre

Inicia proceso de Consulta Pública de la Licencia Venezolana de Software LibreLa Licencia Venezolana de Software Libre establecerá los términos y condiciones de uso de programas informáticos que cumplan con las libertades del Software Libre

El Gobierno Bolivariano, por medio del Ministerio del Poder Popular para Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología (Mppeuct) y de su ente adscrito el Centro Nacional de Tecnologías de Información (CNTI), inició este lunes 2 de marzo el proceso de consulta pública de la Licencia Venezolana de Software Libre.

La Licencia Venezolana de Software Libre es un documento que establecerá los términos y condiciones de uso de programas informáticos que cumplan con las cuatro libertades del Software Libre: usar el sistema informático con cualquier propósito, estudiarlo y modificarlo, distribuir copias, y mejorarlo para beneficiar a otros.

Las personas interesadas en la convocatoria deben completar el siguiente formato, en el que registrarán sus datos, comentarios y/u observaciones con respecto a la propuesta de Licencia Venezolana de Software Libre y enviarlo al correo electrónico: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo..

El procedimiento para la recepción de comentarios y/u observaciones finalizará en un lapso de 25 días hábiles; es decir, hasta el próximo 07 de abril de 2015.

La Licencia de Software Libre incorporará en su contenido las instrucciones necesarias que garantizan la libertad que se le otorga para que pueda libremente copiar, distribuir y modificar el programa (y cobrar por ellos) si lo desea, de manera que reciba el código fuente o pueda obtenerlo si así lo requiere.

Esta propuesta de contrato representa una iniciativa del CNTI, adelantada con la convicción de asegurar la trascendencia de la libertad otorgada con el acceso al conocimiento, coadyuvando al Estado venezolano a mejorar la gestión pública, los servicios de cara al ciudadano, la transparencia e independencia tecnológica.

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Érika Hernández/MH

Proyecto de Ley de Conocimiento Libre es posible “en el país de Chávez”

Conversatorio de trabajadores/as de la Ciencia y la Tecnología examinó el sistema de educación  universitariaConversatorio de trabajadores/as de la Ciencia y la Tecnología examinó el sistema de educación universitaria, y dejó enunciados para la discusión nacional: “¡No hay universidad neutra, ni aunque se piense así!”; “Los estudiantes no desertan: el sistema los excluye”; “El conocimiento está secuestrado”


Un conversatorio político, denominado “Universidad con mayores niveles de pertinencia social”, fue la propuesta planteada por trabajadores/as de la Comisión Nacional de las Tecnologías de Información (Conati) para reflexionar sobre un perfil de país que impulse la producción y apropiación social del
conocimiento.

Al frente de la jornada, estuvieron Marianícer Figueroa, activista del Movimiento por el Conocimiento Libre; y Maritza Capote, directora de Producción y Recreación de Saberes de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV). Ambas ponentes conversaron sobre los cambios que deben hacerse, en las universidades, para asegurar la actividad creadora y la socialización de los saberes.

Al iniciar su turno de habla, Figueroa felicitó a los trabajadores del Ministerio del Poder Popular para Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología, por darse el permiso para pensar juntos: “Eso dice mucho del compromiso para 'resignificarnos' como servidores públicos, y estimular la formación permanente como práctica de libertad".

A su vez, María Ruiz, directora general de la Conati, llamó la atención sobre el papel de todos los frentes de servidores públicos en este propósito, y argumentó que "estos espacios de formación son fruto de un esfuerzo conjunto para promover la toma de conciencia social, por parte de la clase trabajadora, y la configuración de un entramado de pensamiento y acción liberadores".

La directora Ruiz enfatizó que estos espacios simbolizan lo que queremos para el país y qué hacemos para lograr los objetivos: “El reto es trabajar para que el conocimiento deje de ser una mercancía, y se convierta en garantía para el buen vivir de los venezolanos”.

En concordancia con lo anterior, el viceministro para Fortalecimiento Institucional, Conectividad e Intercambio del Conocimiento, Carlos Figueira, recordó los avances del Estado venezolano para cultivar una sociedad creadora: "Lo que está implícito en la Ley de Infogobierno es el conocimiento libre y la soberanía política de Venezuela. El conocimiento dignifica, el conocimiento despierta el pensamiento crítico: es el camino para alcanzar las metas que tenemos como país”.

Comprometidos con la liberación

Maritza Capote es una docente­investigadora que ha ido fortaleciendo su espíritu emprendedor con la experiencia de la problematización. Para ella, “el trabajo de la universidad es casi un apostolado: debe forjar una cultura política de independencia”.

Al hacer referencia a la responsabilidad del alma máter en la gestación de una ciudadanía crítica, insistió en que “la universidad ha estado, históricamente, comprometida. ¡No hay universidad neutra, ni aunque se piense así! Las preguntas son: con qué, con quién y para qué”.

Entre las contradicciones que traza el sistema, Capote denunció que “las universidades legitiman formas de pensar que reproducen desigualdades. La racionalidad capitalista pretende ocultar las desigualdades; y cómo estas generan carencias espirituales, intelectuales y sociales. Una constante en todos los modelos educativos que hemos tenido tiene que ver con las dinámicas del capitalismo, de expropiación y dominación”.

“En Venezuela, la jerarquización de lo foráneo, la formación reproductiva, la investigación con escasa pertinencia social y política son limitantes de la universidad”, remarcó la profesora Capote.

Insistió en el deber de propiciar la ruptura con las ideologías dominantes, y de reconocer los saberes construidos en la experiencia: “¿Qué significa pensar de otra manera? Romper con la concepción elitista, reconocer la otredad, producir conocimiento al servicio del pueblo, expresar una práctica educativa  liberadora. ¡El Norte no puede seguir decidiendo quién investiga y para qué investiga!".

Capote destacó la posición del Gobierno Bolivariano sobre la 'inclusión­incluyente': “La universidad debe estar abierta a todos los actores, hasta para aquellos que tienen otros niveles educativos pero que, también, necesitan participar del trabajo productivo. No podemos estar de espaldas a ellos”.

“Debemos reflexionar sobre qué hay detrás de nuestras formas de pensar para poder gestar una universidad comprometida con la emancipación. Tenemos la responsabilidad de fomentar la producción de conocimientos pertinentes con las transformaciones sociales”, exhortó.

La directora de Producción y Recreación de Saberes de la UBV fue clara al expresar su convicción sobre qué significa una universidad revolucionaria: “No queremos cambios para que las cosas permanezcan como están. Una universidad revolucionaria es la que, con innovación, contribuye a forjar una cultura política cónsona con la participación y el protagonismo popular; a fortalecer valores de solidaridad, compromiso social, identidad nacional e integración latinoamericana”.

Anunció que, en esta tarea de reconocimiento de las comunidades como zonas de producción de saber, la UBV creó un programa de formación en pesca y acuicultura, con el apoyo de pescadores de los estados Nueva Esparta y Falcón. “Tenemos el reto de integrar el conocimiento académico y el popular para potenciar la producción nacional y fortalecer nuestra independencia”, enfatizó la maestra.

Maritza Capote, directora de Producción y Recreación de Saberes de la Universidad Bolivariana de  VenezuelaEl país se la juega con el conocimiento libre


Marianícer Figueroa, activista por el conocimiento libre, coincidió con la necesidad de construir nuevos conceptos que resignifiquen otras formas de ver la vida. Hizo énfasis en que uno de los compromisos fundamentales de la universidad es hacer investigaciones militantes, “hechas por o con la gente del valle y no por los que están en la montaña, desde arriba, viendo el valle”.

Figueroa interpeló: “¿Cuál es el posicionamiento político de nuestras instituciones universitarias? ¿Cuán neoliberales siguen siendo nuestras universidades?, ¿cuán coloniales? ¿Cuánto del conocimiento que se genera en las universidades ayuda a resolver los problemas de las comunidades donde estamos insertos?”.

Para la psicóloga Figueroa, la academia tiene una racionalidad indolente en la que lo único que vale es el conocimiento académico: “El conocimiento entró a la rueda del mercado capitalista, como el mayor bien económico de nuestra época, susceptible de privatización, a costa del dolor de los pueblos, inclusive”.

“¿Por qué tiene que venir la Unesco a decirnos que nuestro conocimiento es patrimonio ancestral de la humanidad, mientras que el saber del Norte permanece protegido con régimen de 'propiedad intelectual'?

Hay un desprecio por la producción local. Incluso, hay valoraciones sobre la calidad del conocimiento que nos viene del extranjero: 'Si es de China, no sirve'”, cuestionó la investigadora.

Figueroa denunció que, en Venezuela, el conocimiento está secuestrado: “Hay un secuestro de la creación intelectual. ¿Cómo es que el Estado venezolano paga por investigaciones que, luego, van a parar en bases de datos propietarias; y tiene que volver a pagar (en dólares) para acceder a los resultados? ¡Pagamos dos veces!”.

La impulsora del Proyecto de Ley de Acceso al Conocimiento Libre aclaró que “decir conocimiento libre es una denuncia”, como causa política, en un sistema que todo lo convierte en mercancía: “El conocimiento público es libre: no debe tener restricciones ni culturales, ni económicas ni legales”.

Subrayó: “El Proyecto de Ley de Acceso al Conocimiento Libre lo hacemos en el país de Chávez. Porque, el Comandante fue el mayor promotor del acceso al conocimiento sin ningún tipo de restricción. Uno de los objetivos de la Revolución es superar la competitividad en los procesos de creación intelectual, y el acceso cerrado al saber. Desde Venezuela, apostamos a una producción de conocimiento en comunidad”.

A su juicio, tenemos el reto de construir un conocimiento que “nos liberte” de los modos de vida hegemónicos, de la cultura consumista, del pensamiento enajenado.

Ante las incongruencias y paradojas que encierran las creaciones intelectuales de las universidades, pidió reconocer los derechos morales de quienes construyen información: “Hay reflexiones subyacentes de saber- poder en los espacios pedagógicos. Muchos de los trabajos de ascenso de los profesores universitarios son hechos por estudiantes, y no se les reconoce; tampoco se reconoce el aporte de las comunidades”.

La activista ratificó que el conocimiento libre tiene que ver con el cuido de la otredad. “El conocimiento se amplía en el encuentro con el otro. Nadie genera conocimiento solo: construye con otro u otros. Solo en ese diálogo, podemos llegar a procesos de transformación y emancipación. Es un otro que aparece para interrogarnos, y en la asunción de aceptar su presencia, aceptamos la responsabilidad que tenemos con ellas y con ellos, más como deber imperativo, como un acto ético y amoroso de generosidad”.

La investigadora apuntó que una expresión de la homogeneización ideológica es la tesis de que quienes permanecen en la universidad son superdotados, sin considerar la 'inclusión­excluyente': “El sistema educativo no está hecho para mí: por eso deserto”.

Alertó que, “si seguimos con los cercos, nunca vamos a tener una universidad que se preocupe de por qué la gente deserta en el camino, de por qué algunos nunca llegan, de por qué seguimos formando de la manera en que lo hacemos”.

Leyes que rompen barreras

En cuanto al uso y desarrollo de tecnologías libres en el país, la activista Marianícer Figueroa aconsejó que “no debe visibilizarse solo como algo técnico, sino como algo que tiene que ver conmigo: con el derecho a la libertad. Desde el Poder Público, debemos ver cómo problematizamos este tema que se está invisibilizando”.

“Lo primero es la conciencia social y, luego, lo técnico. Si no lo hacemos así, seguiremos colonizados en el uso de las tecnologías de información y, por tanto, no avanzaremos en la democratización del conocimiento. Las universidades tienen el deber de formar al respecto”, indicó esta investigadora que hace camino en el Centro Internacional Miranda.

Prensa Conati / Nerliny Carucí

Jóvenes venezolanos 'configuran' sociedad del futuro con tecnologías libres

Kenny Ossa es uno de los cientos de venezolanos de la generación joven que revolucionan con el almaUnos 500 activistas, desbordantes de conciencia patria y creatividad, lideran la avanzada revolucionaria para levantar independencia

En Venezuela, la Comunidad Nacional de Software Libre es una expresión de la lucha de los jóvenes de la patria. Se estima que, en el país, más de 40 mil personas, entre estudiantes, docentes, tecnólogos, desarrolladores informáticos y servidores públicos, han tenido participación significativa en los eventos itinerantes realizados, desde el año 2004, por la libertad de las tecnologías de información.

Hoy, la Comunidad Nacional de Software Libre reúne a unos 500 activistas que, en un esfuerzo colaborativo, convierten los entes del Poder Público, las universidades y los barrios en escenarios para intercambiar conocimiento, identificar talentos e impulsar la formación de proyectos locales y nacionales en tecnologías libres. Casi el 90 % de estos activistas son jóvenes menores de 35 años de edad.

Uno de esos activistas es Kenny Ossa. Es un joven de 31 años, con una expresión de entusiasmo acentuada por una melena lisa, en un tono castaño claro. Su temperamento despreocupado no retrata ni las acciones ni el pensamiento que alimentan su humanidad. Sin duda, Kenny tiene mucho que decir: es uno de los cientos de venezolanos de la generación joven que revolucionan con el alma.

A Kenny, le conocen en la Comunidad como ‘el Mediador’. Ese apodo se lo ganó desde sus 21 años, cuando le tocó asumir el rol de enlace entre la administración pública y los compañeros de la Comunidad de Software Libre, para la construcción de políticas públicas en materia de tecnologías de información.

Se ríe al contar que “eran dos maneras distintas de ver un mismo asunto. Para la gente de la Comunidad, los funcionarios eran 'los encorbatados eternos'. Para los trabajadores del Ministerio, los activistas de la Comunidad eran 'los pelúos', 'anárquicos'”. En ese momento, a Kenny le tocó ser una especie de bisagra: empezar a conectar redes entre esos dos mundos.

“Yo jugaba un rol dual: me iba con toda la pinta que se exige en las oficinas; pero, todos los días, llamaba a los de la Comunidad para que participaran en las reuniones e hicieran propuestas”, comenta Kenny.

Kenny nació en Acarigua, estado Portuguesa. Su aspecto físico y sus apellidos denuncian a un extranjero, pero su acento y sus palabras muestran la herencia heroica de los llaneros. Entre libros, pizarras, rumas de papeles, computadoras y trabajadores, este activista de tecnologías libres participa en lo que él denomina “la lucha por un mundo justo”.

Dice estar graduado “en la universidad de la vida”. Desde sus tiempos de adolescencia, decidió programar de una forma autodidacta. Comenzó a estudiar Ingeniería en Petróleo en la Universidad De Oriente (UDO), en el estado Monagas. Pero, nunca se terminó de ver con una braga y un casco, en un pozo petrolero. Así que estuvo en esa carrera hasta el cuarto semestre; “¡lo mío son las computadoras!”, afirma, con ganas.

El despegue en las tecnologías libres
En el año 2003, Kenny aplicó para una beca financiada entre IBM (International Business Machines) y el antiguo Ministerio de Ciencia y Tecnología. Fue seleccionado, y comenzó una formación de un año y medio. “Era como una especie de posgrado antes del pregrado, con recursos, herramientas y conocimientos tecnológicos para los nuevos tiempos. Se llamaba: Programas de Negocios en la Red, con tecnologías libres”. Una vez que culminó sus estudios, hizo unas pasantías en el Ministerio.

“A la gente le gustó mi trabajo. Así que quedé contratado en la Oficina de Tecnologías de Información del Ministerio”, comenta. De esa oficina nació el Decreto 3390 que, luego, firmaría el presidente Hugo Chávez para darle prioridad al uso de Software Libre en los órganos y entes del Poder Público.

“Para la creación de ese decreto, se dieron las condiciones, producto del paro petrolero de 2002, y todo lo que pasó con Petróleos de Venezuela (Pdvsa). También, la visión del Comandante Chávez de decir: '¡Ya! ¡No nos puede volver a pasar esto! Necesitamos tener control pleno, soberano, sobre nuestras herramientas tecnológicas'”, precisa.

Kenny lleva 10 años trabajando en la administración pública. Nunca ha dejado de formarse: lo mueve la inquietud por investigar y dar cauce a la semilla de la innovación. Por las veredas de Internet, se enteró del rumbo de las tecnologías libres. Comenzó a involucrarse con el colectivo que se estaba gestando en el país; conoció a Richard Stallman, fundador del movimiento por el Software Libre en el mundo; y al poco tiempo, empezó a organizar el Congreso en Caracas. Su aporte a este colectivo de investigadores ha sido tal que, en 2009, fue nombrado miembro observador de la Fundación de Software Libre en América Latina.

Jóvenes con sueños de gigantes
Para los jóvenes de la Comunidad, el conocimiento prevale por encima de los títulos. “Lo que ha permitido mantenernos en la vanguardia es que entre todos los que pertenecemos a la Comunidad estamos, constantemente, compartiendo información, e investigando. Es un proceso de formación permanente y colectivo”, señala.

Hay quienes acusan a los activistas de la Comunidad de ser gente sin estudio. Pero nada más lejos de la realidad. Los miembros de la Comunidad Nacional de Software Libre mantienen círculos de investigación y laboratorios de tecnologías libres para impulsar la construcción de un país potencia.

Kenny cuenta que, en 2014, tuvieron una experiencia interesante con las guarimbas: “En esos momentos, muchos portales del Poder Público fueron vulnerados (cuando digo muchos, es como 100). Eso nos obligó a investigar y a establecer una sala situacional para revisar la seguridad. Reproducíamos los ataques de los guarimberos tecnológicos para analizar de qué manera preveníamos la vulnerabilidad de nuestros sistemas. Así, dimos con soluciones muy eficaces para controlar los ataques informáticos”.

Con una sonrisa amplia, Kenny manifiesta el placer de pertenecer a una comunidad juvenil que propone cambios, y trabaja para lograrlos. El Congreso Nacional de Software Libre es uno de los frutos de ese trabajo colectivo. Es un trabajo que llega más allá de grupos especializados. “Mucha gente se ha acercado al Congreso por la Canaimita. La Canaimita es un elemento que unifica a las familias, y alrededor del cual se reúnen los venezolanos para investigar, crear, estudiar”, sostiene.  

Experiencia de migración en Inces: ejemplo para replicar
Es imposible no llenarse de orgullo al escuchar las anécdotas de Kenny Ossa. La experiencia más reciente de la Comunidad Nacional de Software Libre vive en el Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces). Este joven activista relata cómo fueron capaces de acompañar la migración de 9 mil estaciones de trabajo en todo el país.

“El Inces ya había pasado por dos procesos de migración insatisfactorios, y eso creó en el sujeto institucional un rechazo hacia el Software Libre. La gente nos decía: 'Ya nosotros pasamos por eso, y no nos fue nada bien. Ya nos devolvimos'. '¡No queremos nada de tecnologías libres! Déjennos con nuestro software privativo'. O cuando veían que cambiábamos una máquina, decían: “¡Déjalos que, en dos meses, ya tú vas a ver que te van a tener que regresar a software privativo!”.

Después de analizar este escenario, se decidió una estrategia que comenzaba con la concienciación: “Entendimos que no se trataba de sensibilizar; nosotros no queremos tocar la fibra de los sentimientos o la emocionalidad. El uso de Software Libre es un asunto de conciencia que viene asociado con el conocimiento y un tema de soberanía política”, arguye.

Los activistas y también servidores públicos montaron exposiciones, videos, folletos, actividades en todos los pisos; e iniciaron una fuerte campaña sobre la importancia del uso de tecnologías libres para nuestra libertad individual y para la independencia plena del país.
 
El segundo paso fue la formación técnica: “No dábamos formación sin que el sujeto hubiera entendido el porqué; si no, era un mero cambio de sistema operativo, sin reflexionar sobre el trasfondo real del uso de Software Libre. Yo invito a que esta estrategia se haga en los entes del Poder Público. Aquí funcionó, incluso teniendo, al principio, esos altos índices de rechazo”, expresa.

Para esta fase, consiguieron aliados (no eran técnicos, ni tecnólogos) en los espacios que iban a formar. Esos aliados se convirtieron en “caballos de troya” que ayudaron a elevar el nivel de compromiso de la clase trabajadora.

Con la conciencia necesaria y la formación en el sistema operativo libre, pasaron a la fase de la migración, como elemento técnico. Los datos fueron respaldados con el apoyo de los trabajadores. En este punto, Kenny resalta: “La clave nuestra era enamorar a la gente, desde la conciencia. Que la gente fuera en su proceso de entendimiento”.

La última fase fue de control, seguimiento y acompañamiento. “Hay que acompañar al usuario. En muchos organismos, se dio la migración de una manera que traía más inconvenientes que cosas buenas. Un viernes, llegaban los técnicos, migraban las computadoras, y cuando la gente llegaba el lunes, empezaba el caos y el rechazo”, explica.

Con esta estrategia, la escuela de la clase trabajadora avanzó profundamente en la migración a Software Libre: hoy, el 96 % de las estaciones de trabajo del Inces están migradas. El 4 % restante incluye unas máquinas que tienen aplicaciones privativas muy viejas, entre ellas sistemas administrativos. Actualmente, los jóvenes de la Oficina de Tecnologías están concentrados en desarrollar aplicaciones en Software Libre y estándares abiertos, que soporten los procesos que requieran esos servicios administrativos para la interacción ágil, auditable y eficiente con los diferentes actores.

Para el activista juvenil Kenny Ossa, la capacidad transformadora de las tecnologías libres no es un tema técnico. “El tema técnico es una excusa maravillosa para proponer un modelo de sociedad más justa, donde prevalezca el conocimiento libre y liberador. Un modelo de convivencia de sociedad con todas las bondades tecnológicas para atender las necesidades de la gente”. A esa sociedad del futuro le apuestan los jóvenes de la patria.

Prensa Conati / Nerliny Carucí

Venezolanos ocupan mayor tiempo en Internet entre países de América Latina

Venezolanos ocupan mayor tiempo en Internet entre países de América LatinaDiariamente crece el número de venezolanas y venezolanos con posibilidades de acceso a Internet, gracias a las gestiones que realiza el Gobierno Bolivariano y una robusta plataforma tecnológica

El informe Futuro Digital 2015, realizado por el servicio de medición de Internet ComScore y publicado en el sitio web de la Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (Cantv), reveló que en América Latina los venezolanos son quienes más tiempo permanecen conectados a la superautopista de la información desde una computadora, portátil o teléfono inteligente.

El estudio incluye a las regiones de América Latina, Medio Oriente, África, Norteamérica, Asia y Europa, y sostiene que el promedio global en minutos de uso por página es de 0,64 minutos, mientras que Venezuela supera ese porcentaje con un promedio de 0,76. De acuerdo con el informe, las páginas más visitadas en el país son las redes sociales, páginas de servicio y compra por Internet, seguidas de negocios y finanzas.

La operadora estatal también afirma que cada día son más las venezolanas y los venezolanos que tienen acceso aEl Gobierno Bolivariano ha garantizado el acceso a la Red a través del programa WiFi para Tod@s Internet, gracias a las gestiones que realiza el Ejecutivo Nacional y una robusta plataforma tecnológica que actualmente brinda conectividad a dos millones 277 mil 956 suscriptores, con el servicio de Internet Banda Ancha (ABA), cantidad que constituye un crecimiento de 234.65 por ciento con respecto al año 2007.

Adicionalmente, el estudio señala que seis por ciento de la audiencia en línea de América Latina está en Venezuela, ocupando la quinta posición en total de visitantes únicos de la región, con 10,7 millones de personas. ComsCore genera todos los años un informe denominado “Futuro Digital”, mediante el cual evalúa el estado de Internet en el mundo.

Durante la última década, el Gobierno Bolivariano ha garantizado el acceso a la Red a través del programa WiFi para Tod@s, que ofrece conexión libre y gratuita desde plazas, parques, liceos, universidades y aldeas universitarias.

La investigación también concluye que en Venezuela existe una gran oportunidad de crecimiento en acceso a Internet desde dispositivos móviles, producto de una masiva migración hacia el consumo móvil. En tanto, las cifras del sector telecomunicaciones, al cierre del tercer trimestre de 2014, reflejan que en Venezuela existen 15 millones 529 mil 494 usuarios de Internet.

Fuente:
Conatel

Fundaribas se capacita en el manejo de Software Libre

Rubén González, jefe de la Oficina de Consultoría del Estado del CNTICon la asesoría del Centro Nacional de Tecnologías de Información (CNTI) trabajadores (as) de la sede central de Fundaribas, reconocieron las ventajas que ofrece en materia económica, de seguridad y crecimiento profesional; la implementación del Software Libre en nuestras unidades de trabajo

La Fundación José Félix Ribas (Fundaribas), institución adscrita al Viceministerio para la Suprema Felicidad Social del Pueblo, acata la política emanada desde el ejecutivo de la República que exige migrar en todo los entes estadales de software por licencia a Software Libre, por lo que, la Dirección de Sistemas y Tecnología de Información, realizó una articulación con el Centro Nacional de Tecnologías de Información (CNTI), para sensibilizar y capacitar al personal de la Fundación en este sentido.

Rubén González, jefe de la Oficina de Consultoría del Estado del CNTI, socializó sus conocimientos en el auditorio Phillipe Pinel de Fundaribas, reflexionando con aproximadamente 25 trabajadores (as) de las direcciones sustantivas y oficinas de apoyo sobre las 4 libertades que ofrece el Software Libre en relación al privativo: Libertad de acceso al código fuente, libre distribución, libre modificación y libre uso.

Migrar a estos modelos de sistemas operativos brinda beneficios económicos inmediatos a la administración pública, ya que se ahorran las partidas invertidas en la adquisición de licencias, sólo por dar un ejemplo. Del mismo modo el Software Libre brinda mayor confidencialidad a sus usuarios ya que no existe la dependencia de factores particulares o extranjeros para desarrollar mejoras o reparar fallas.

En este primer ciclo sólo se atendieron servidores públicos de la sede central, pero ya se trabaja en el plan de capacitación para llegar a todos (as) nuestros (as) profesionales distribuidos en los centros a escala nacional.

Fuente: Fundaribas

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