“El Estado está empezando a empujar el Software Libre a través del software público” dijo Daniel Coletti, presidente de la Cámara Argentina de Empresas de Software Libre (Cadesol). Sostuvo además que en la Argentina este tipo de herramientas está creciendo “con muchísima fuerza”

-¿Por qué un usuario debe elegir usar Software Libre?
Porque tiene muchos beneficios. Uno de ellos, a mi manera de ver las cosas, es que tiene un nivel de riesgo menor desde el punto de vista de la empresa.

-¿En qué sentido?
Yo no tuve empresas de software cerrado antes, así que no puedo comparar. Pero, amigos míos las han tenido y se terminaron fundiendo cuando vino otra empresa e hizo algo parecido. Quizás porque tenían que invertir un montón de plata en el desarrollo de un producto nuevo y eso con el trabajo de software libre no es tan necesario. Podés hacerlo o no.

-¿A qué se refiere?
A que con Software Libre puedes mejorar un producto sólido, que ya está hecho. Entonces la inversión es mucho menor, desde el punto de vista de la programación. Y así no tienes que hacer un producto desde cero o comprar nuevas herramientas.

-Es una ecuación productiva importante…
Sí, por eso este tipo de programas está creciendo mucho. En la Argentina sobre todo, y con muchísima fuerza. El Estado está empezando a empujar el Software Libre a través del “Software Público”. Si bien tiene muchas cosas para mejorar, hay un hecho puntual: se está haciendo. Antes eso no sucedía. Ahora, al menos, en todas las empresas el software está dentro de su abanico de opciones.

-¿Y es muy requerido?
Es difícil medir su uso. Lo que pasa es cada uno puede instalarlo y desinstalarlo sin avisarle a nadie. A veces lo hacen solos y otras veces con empresas particulares. Pero en muchas ocasiones, no nos enteramos.

-¿Entonces cómo se puede medir su crecimiento?
A través de la Cámara Argentina de Empresas de Software Libre (Cadesol) de la que soy presidente. En esta época que estamos buscando nuevos miembros, nos estamos encontrando con un montón de empresas que están haciendo Software Libre. Eso marca que hay un mercado en crecimiento, que existe y que está repleto de empresas.

Si tuviera que explicarle a una persona común que no tiene conocimientos tecnológicos qué es un Software Libre, ¿Qué le diría?
Que es un producto que se puede ver cómo está hecho. Entonces así uno puede entenderlo y usarlo para cualquier cosa.

-¿Y cuál es la diferencia central con el software cerrado?
Que uno no puede usar el software cerrado para cualquier cosa. Me encuentro seguido con gente que no sabe qué es. Y siempre les explico lo mismo: que el Software Libre se puede redistribuir sin tener que pagarle nada a nadie.

-¿Cuál es el grado de interacción con el usuario?
La gente que no está en el ambiente no entiende muy bien qué significa. Entonces la interacción es casi nula. Está muy naturalizado el uso del software en general.

-¿Y eso cómo influye?
Digamos que la gente no tiene conciencia de que los programas “comunes” se tienen que pagar. Las empresas sí saben que tienen pagar y lo sienten día a día. En cambio, mucha gente compra computadoras y paga el software y no lo sabe, porque viene incluido en el costo.

-¿Cuál es el espíritu del Software Libre?
El espíritu es la libertad. Tanto para el usuario como para quien lo produce. Si el productor quiere dejar de hacerlo, puede. Y alguien seguro toma la apuesta. Y si el usuario quiere desinstalarlo, también puede.

-¿Trabajan mucho con las empresas?
Sí, claro. Hay muchos tipos de usuarios, pero nosotros lidiamos más que nada con las empresas.

-¿Por qué?
Porque piden modificaciones y consultan cómo sacarle más jugo al producto. Eso genera una interacción directa que con el usuario común no tenemos. El usuario que no sabe de tecnología, si no le anda algo, lo desinstala y listo. Quizás hay alguno muy interesado en cómo funcionan las cosas, pero no muchos. Las empresas, en cambio, piden modificaciones o nuevas herramientas.

Fuente: El Esquiu