El sábado pasado, el buque francés Ile de Batz, comenzó el tendido del cable submarino de fibra óptica con poco más de mil 600 kilómetros desde Camurí Chico, estado Vargas, hasta la Playa Siboney, en la suroriental provincia de Santiago de Cuba, donde se ejecutará la conexión del cable el 8 de febrero, y de ahí a Jamaica

El cable submarino de fibra óptica tendido desde las costas de Venezuela hasta Cuba rompe el aislamiento comunicacional que mantenía los Estados Unidos contra la Isla, facilitará el acceso a las telecomunicaciones, y mejorará la calidad y disponibilidad de los países de la región.

Así lo afirmó el presidente de la Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (Cantv), Manuel Fernández, quien destacó que con este paso se cumple un capítulo más en la historia de hermandad entre los pueblos, al tiempo que Venezuela marcha hacia su soberanía tecnológica y habla con voz propia a nivel internacional.

Entretanto, Wilfredo Morales, presidente de Telecomunicaciones Gran Caribe (TGC), empresa a cargo del proyecto, subrayó que esta iniciativa permitirá a Cuba mejorar su sistema de comunicación y a Venezuela contar con otro instrumento para conectarse con el mundo sin necesidad de usar un servicio que estaba controlado por empresas privadas.

En mayo de 2009 comenzó el estudio del fondo marino en la zona por la que iba a transitar el cable y preparar el dispositivo para evitar cualquier tipo de contingencia cumpliendo con todas las normas ambientales, para hacer el menor daño posible al ecosistema.

Siguiendo esa línea, Waldo Reboredo, vicepresidente cubano de la empresa TGC, precisó que se instaló a la mitad de Venezuela y Jamaica una unidad de bifurcación para extender el cable a otros países del área y enfatizó que tendrá un impacto positivo en las economías de ambas naciones, ya que impulsará el desarrollo de la industria del software y los centros de comunicaciones.

El sábado pasado, el buque francés Ile de Batz, comenzó el tendido del cable submarino de fibra óptica con poco más de mil 600 kilómetros desde Camurí Chico, estado Vargas, hasta la Playa Siboney, en la suroriental provincia de Santiago de Cuba, donde se ejecutará la conexión del cable el 8 de febrero, y de ahí a Jamaica.

La extensión del cable, con costo estimado en 70 millones de dólares, corre a cargo de la empresa franco-china Alcatel Shanghai Bell.

La instalación del dispositivo posibilitará a Cuba multiplicar por tres mil la velocidad de transmisión de datos, imágenes y voz, con un ancho de banda de 640 gigabytes y capacidad para 10 millones de transmisiones telefónicas simultáneas.

Cuba y Venezuela acordaron la creación de una empresa mixta bajo el nombre de Telecomunicaciones Gran Caribe S.A. en el marco del proceso de integración de la Alba.

Fuente: Prensa MCTI/RNV