Venezuela, un país petroleramente rico que tuvo todo lo que quiso y más. Uno de los países de Latinoamérica que invirtió más en desarrollo tecnológico y conquistó la cima de ese sector en la región. Acostumbrados siempre a lo mejor en tecnología, incluso a niveles de exceso, hoy los venezolanos se enfrentan a un choque dramático al ver rotos sus canales de país importador
En medio de la pandemia del Coronavirus, que desequilibró la economía mundial, Venezuela también enfrenta el bloqueo económico estadounidense. Esta situación obliga al ingenio y resistencia de sus ciudadanos en pro de la sustitución tecnológica. El tema lo abordamos junto a Kenny Ossa, presidente del Centro Nacional de Tecnologías de Información (CNTI).
PANDEMIA: UNA PRUEBA DE FUEGO PARA LA TRANSFORMACIÓN DIGITAL
El distanciamiento obligado por la pandemia ha construido una humanidad en extremo dependiente de las tecnologías de la información y comunicación (TIC). Las relaciones laborales, de información o de interacción dependen como nunca antes de ellas. Kenny Ossa, presidente del CNTI, valora positivamente el fenómeno.
«Esta situación de pandemia nos ha llevado aceleradamente a lo que a las transnacionales les gusta llamar transformación digital. Cómo sacar el máximo provecho de las tecnologías digitales para los procesos de nuestra cotidianidad para hacerlos más rápidos», diagnostica. «El principal papel que ha jugado la tecnología en pandemia es cómo acercarnos«.
Este fenómeno mundial se ve reflejado en las estadísticas de todos los países afectados por la pandemia. «Hemos visto como las plataformas, servidores y grandes centros de datos del mundo han tenido importantísimos picos de tráfico. La sociedad mundial se ha avocado al uso masivo de estas tecnologías digitales para acercarnos más como humanidad». Ossa refirió que para estar a la altura de las exigencias Venezuela recientemente amplió el ancho de banda de internet en un 40% para enlaces internacionales.
BLOQUEO TECNOLÓGICO: UNA OPORTUNIDAD
Kenny Ossa es de la opinión de que el bloqueo es una «excelente oportunidad». Cercados en la importación de medicinas y alimentos, los venezolanos también han sido privados de la importación tecnológica, lo que afecta de forma dramática a un sector en permanente evolución. Para Ossa el mayor problema, y a las vez la solución, está en superar el modelo importador.
«Elementos como el bloqueo empiezan a hacer clic en nuestro modelo cultural dependiente e importador y comienzan a verse fenómenos interesantes como la innovación patriota«. Explica que esta innovación criolla «comienza a nacer de la necesidad de buscar mecanismos de supervivencia».
Ossa refirió en tal sentido el éxito registrado en el Registro Nacional de Innovadores, iniciativa del gobierno venezolano que procura el financiamiento de proyectos tecnológicos. «Esto da cuenta del salto necesario que debe venir hacia la economía productiva. La pandemia sumada al bloqueo configuran un escenario maravilloso para el talento y la creatividad que comienza a surgir».
TECNOLOGÍA: LA PROTAGONISTA DE LA PANDEMIA
Nunca antes la humanidad dependió tanto del ingenio y los avances tecnológicos como durante esta pandemia. «En primera línea está la medicina haciendo posible que esto vuelva a la normalidad, algunos gobiernos con sus políticas de protección a los pueblos y la tecnología enlazando personas», opina.
«Hemos visto como es común hablar de teleeducación, teletrabajo o telemedicina. Algo que hace poco estaba en el mundo de la ficción, ahora son respuestas mediadas por la tecnología para darle continuidad a un proceso social», precisa.
Ossa culmina recordando que los desarrollos tecnológicos favorecerán a la gente de acuerdo al propósito humano con el que se ve empleen. «Hay tecnología muy invasiva a la privacidad como las cámaras biométricas o dispositivos de seguimiento, que están siendo muy objetadas éticamente», reflexiona.
